Hijo mío, no te olvides de mi ley, y tu corazón guarde mis mandamientos

Qué bueno cuando obedecemos los mandatos de Dios y somos fieles a ellos, que siempre atendemos al llamado de Dios a que seamos fieles en todo en cuanto se nos ha mandado.

Muchos no han obedecido a este mandato de guardar la ley de Dios y llevarla en sus corazones para que así sus días sean más largos en este mundo, pero debido a todas las cosas que el mundo ofrece, ellos se olvidan de esa ley que los puede sostener, y esta ley es puesta por el Creador de todas las cosas: Dios.

Por esta razón citaremos un verso que nos llama a cumplir con los estatus de Dios en nuestras vidas, para que así podamos llegar a más años de vida.

1 Hijo mío, no te olvides de mi ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos;

2 Porque largura de días y años de vida Y paz te aumentarán.

Proverbios 3:1-2

Es muy claro lo que nos está diciendo el proverbista en este verso del capítulo 3 de este libro, hombre con una sabiduría de lo alto, enviada por Dios para que podamos comprender cada una de las cosas que Él quiere que hagamos para que podamos seguir en el camino y tengamos añadidura de días.

Debemos ser sabios ante todo, obedecer al Señor porque Él conoce todo lo que el enemigo planta para que nos desviemos del camino de la verdad, él hace que dejemos de creer en la ley, de cumplir los estatutos de Dios, y de seguir los deseos del Señor, esto para que nuestros días sean acortados más y más. Andemos bajo la ley de Dios, seamos rectos y fieles a lo que Él nos ha llamado, de esta forma seremos bendecidos por Dios.

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