En un giro que ha generado tanto indignación como reflexión, Radiotelevisión Española (RTVE) ha tenido que disculparse públicamente tras emitir un programa que calificó el crecimiento de las iglesias evangélicas en España como “preocupante” y las presentó como un movimiento “peligroso”. El incidente desató una ola de quejas de parte de organizaciones evangélicas, creyentes y ciudadanos que exigieron respeto y veracidad en la cobertura mediática de la fe cristiana protestante.
La controversia televisiva
El conflicto se originó el 22 de septiembre, durante un episodio del programa vespertino Directo al Grano. En dicho espacio, RTVE emitió un segmento en el que se mostraban imágenes de congregaciones evangélicas —sin consentimiento previo— y se hacía referencia a un supuesto pastor cuyas prácticas no representaban en absoluto a la comunidad evangélica del país.
El enfoque del reportaje, según el portal Evangelical Focus, fue percibido como sesgado y alarmista. Se hablaba del “preocupante crecimiento” de las iglesias evangélicas, una expresión que rápidamente generó reacciones en redes sociales y entre entidades como la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE), la cual presentó una queja formal ante la dirección de RTVE.
Por su parte, el equipo del programa Directo al Grano admitió haber retirado el segmento original y reconoció que el título utilizado fue incorrecto. En una posterior emisión, la presentadora Marta Flich realizó una corrección al aire:
La semana pasada emitimos un titular que hablaba del preocupante crecimiento de la Iglesia Evangélica en España. Queremos aclarar que nos referíamos únicamente a la expansión de mensajes sectarios de algunos falsos pastores, no a la Iglesia Evangélica en su conjunto, que lleva 150 años en nuestro país. Pedimos disculpas a quienes se hayan sentido ofendidos y trataremos los temas de libertad religiosa con el máximo respeto.
La crítica desde el ámbito evangélico
El periodista Daniel Hofkamp, director de Protestante Digital, escribió en un artículo que lo sucedido es un reflejo del trato mediático sesgado que, desde hace años, padecen los evangélicos en España. A su juicio, el episodio fue “una muestra manipulada y parcial de la realidad del evangelicalismo español”.
Hofkamp advirtió que algunos medios continúan repitiendo prejuicios históricos heredados de la tradición católica, que antiguamente tachaba a los protestantes de “herejes”, o bien adoptan nuevos estigmas que asocian el evangelismo con movimientos radicales o esotéricos.
El discurso mediático no está libre de prejuicios hacia los cristianos evangélicos,” escribió, señalando que muchos periodistas tienden a generalizar declaraciones aisladas de un pastor como si representaran a toda la comunidad.
El comunicador subrayó que las iglesias evangélicas han crecido de forma sostenida en las últimas décadas, en gran parte gracias a la inmigración latinoamericana, y que hoy constituyen una de las minorías religiosas más relevantes del país. Sin embargo, ese crecimiento ha venido acompañado de frecuentes malentendidos por parte de la prensa generalista.
Más que una disculpa: un llamado al respeto
La disculpa pública de RTVE marca un precedente importante en el debate sobre libertad religiosa y responsabilidad mediática en España. Para muchos creyentes, no se trata solo de una rectificación, sino de una oportunidad para replantear cómo los medios públicos abordan la diversidad de fe.
La comunidad evangélica ha insistido en que busca ser tratada con el mismo rigor informativo y respeto que cualquier otro grupo religioso. Como concluyó Hofkamp en su artículo:
La televisión pública española debería preguntarse si este es el modo en que desea informar a sus espectadores.
Con más de 150 años de historia en territorio español y miles de congregaciones activas, las iglesias evangélicas representan una parte viva, diversa y en expansión de la sociedad. Lo ocurrido con Directo al Grano no solo revela un error editorial, sino la necesidad urgente de superar los viejos prejuicios que aún persisten hacia quienes profesan una fe distinta a la mayoría.