Sembraron viento, y torbellino segarán

El libro de Oseas nos muestra la reprensión que recibió el pueblo de Israel por su idolatría, ya que habían desviado su corazón de la ley del Señor. Por eso vemos las palabras del profeta acerca del juicio que vendría sobre ellos por desobedecer la ley de Dios.

En este capítulo 8, desde su inicio, podemos notar las palabras del Señor hacia aquel pueblo al que había sacado de Egipto, donde estuvieron cautivos por muchos años, y del cual fueron libertados por Dios.

Todo lo que quisieran hacer en bien, después de haber cometido esta falta gravísima delante del Señor, sería en vano, pues el juicio de Dios vendría sobre ellos. Por más que intentaran producir alimento, si lo lograban, este sería arrebatado por sus enemigos.

Porque sembraron viento, y torbellino segarán; no tendrán mies, ni su espiga hará harina; y si la hiciere, extraños la comerán.

Oseas 8:7

Este capítulo nos enseña que Dios no comparte Su gloria con nadie y castiga a todo aquel que se desvía para adorar ídolos que no hacen nada. Es importante tener presente que no debemos apartarnos de la ley del Señor ni andar en malos caminos, porque si lo hacemos, también seremos castigados.

Recordemos que, por haberse desviado de la ley del Señor, Israel recibió su castigo. Y todo aquel que siembra, cosecha. Entonces, si andamos en caminos de idolatría, cosecharemos castigo, ya que Dios juzga a todo aquel que adora imágenes hechas por manos humanas para adoración propia.

Hermanos en Cristo, es bueno siempre recordar la ley de nuestro Dios, hacer memoria de ella y no recurrir a la idolatría, aunque haya silencio en tu vida. Recuerda que Dios siempre estará ahí.

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El que abre camino va delante ti
¿Afligido? ¡Dios no se ha olvidado de ti!

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