Reprendiendo las obras de las tinieblas

El apóstol Pablo condenó a aquellos que practicaban cosas las desagradables delante del Señor, como la fornicación, la inmundicia o la codicia que rodeaba a muchos del pueblo en aquel tiempo. Esos eran hijos de desobediencia.

También podemos ver que Pablo reconoció en un momento que estas eran las obras de las tinieblas de las cuales habían salido los cristianos. Por eso les dice: ustedes, que han sido iluminados por el Señor, anden como hijos de luz.

Pero, aparte de ser hijos de Dios y haber conocido la luz, debemos hacer lo que dice el apóstol en Efesios 5:11:

Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas;

Efesios 5:11

Las palabras del apóstol son muy claras en este capítulo. Después de haber conocido la luz, nadie puede andar en tinieblas, porque aquel que porta la luz ha iluminado a aquellos que permanecían en oscuridad. Por eso les indica que deben reprender las obras de las tinieblas.

Todos debemos ser conscientes de la lucha que enfrentamos constantemente. Por eso debemos tener mucho cuidado. Después de haber sido transformados por nuestro Señor, no debemos ser partícipes en ninguna obra infructuosa; más bien, debemos reprenderlas.

Hermanos en Cristo, ya que hemos sido beneficiados con esta obra poderosa, así como aquellos hermanos que recibieron la luz del Señor, debemos seguir adelante y reprender toda obra del enemigo. De esta forma, seremos agradables delante del Señor.

¡Dios te bendiga!

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No tendrán falta de ningún bien aquellos que buscan al Señor
Cuando me siente en tinieblas, el Señor será mi luz

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