Los caminos de los malvados son torcidos en todo tiempo

En este salmo hablaremos de la plegaria que hace el salmista, pidiendo la destrucción de los malvados, ya que estos no solo se conformaban con obtener riquezas, sino que también practicaban atrocidades que no eran agradables ante los ojos de Dios.

Es cierto que los caminos de los malvados se mantienen torcidos en todo momento; sus pensamientos empeoran cada día y cometen más infracciones delante del Señor que está en los cielos y los observa. Las injusticias que cometen están siendo vigiladas por Dios. Muchos piensan que los juicios de Dios están lejos, y es por eso que persiste el comportamiento de muchos malvados.

Se podría pensar que no habría consecuencias para estos malhechores, pero ellos mismos comienzan a tropezar. Esto sucede porque los juicios de Dios ya han comenzado a caer, lo que indica que el tiempo de su caída ha llegado.

Sus caminos son torcidos en todo tiempo;
Tus juicios los tiene muy lejos de su vista;
A todos sus adversarios desprecia.

Salmos 10:5

Es por eso que vemos aquí la súplica de David ante el Dios de los cielos, pidiendo que Su justicia llegara a la casa de los justos y que estos fueran salvados. Para el salmista era una lucha, pero no dejaba de confiar en que Dios llegaría pronto en su socorro.

Muchos tuercen sus caminos; por eso Dios llama al hombre a que enderece su senda antes de que el juicio del Señor lo alcance y perezca. Todo tiene su tiempo, y aunque el hombre malvado actúe y se enriquezca, pronto llegará su día.

...
De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes
Por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre

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