Porque he aquí el juicio del Señor está a la puerta para pagarle a los impíos por las injusticias cometidas a los justos, cerca está día y la hora, sus momentos están contados en la faz de la tierra.
Tú, hombre que maltratas al justo, que le aborrece y pisotea sus buenas acciones, serás castigado. la maldad que has provocado te castigará y serás condenado.
En el salmo que veremos en este arículo podemos ver que el salmista habla de su propia experiencia, de las problemáticas que había enfrentado cuando se encontraba en la cueva de Adulam, hablando con sus hombres de esta experiencia que tuvo.
Es por eso que vemos estás palabras dirigidas a aquellos que maltratan a los hombres de Dios, aquellos justos los cuales no serán quebrantados, sino cuidados por Dios en todo momento.
Matará al malo la maldad,
Y los que aborrecen al justo serán condenados.
Salmos 34:21
El salmista siendo relativamente joven experimentó muchas aflicciones y dificultades en su camino, al igual que el pueblo de Dios, con todo eso, también recibía la bondad y la misericordia del Señor día a día.
Es notable decir que la liberación del Señor es real, ya que era real en la vida del salmista, y hoy en dia podemos decir lo mismo porque estas dificultades también llegan al pueblo del Señor en este tiempo, y es por eso que debemos reconocer que Dios es nuestro protector.
Confía en el Señor, el malo será quebrantado y condenado y sus propios camino de maldad lo derribarán. Tú justo sigue adelante que Dios está contigo, recuerda que la recompensa de aquellos malos está a la puerta.