Para Salomón. Muchos han considerado que este es un salmo escrito por David, padre de Salomón, debido a que claramente dice «para Salomón». Con esto podemos deducir que el salmista David hablaba a su hijo de las maravillas de Dios, enseñándole sobre las maravillas del Señor.
En este salmo, podemos ver al escritor de este salmo motivado a alabar a Dios y reconocer Sus enormes maravillas. Bendito sea el Señor, el Dios de Israel.
Nuestro Dios es el único que hace maravillas; también es quien llena la tierra de Su gloria, llegando al necesitado, a los rebeldes, al hijo pródigo y al hambriento.
Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel,
El único que hace maravillas.
Salmos 72:18
Debemos reconocer que el pensamiento de nuestro Dios, Su grandeza y su obra, naturalmente llevan al corazón a desear que esta enorme bendición se extienda por toda la tierra, alcanzando al necesitado y llenando toda la tierra con Su gloria.
La declaración en este salmo hecha por Salomón muestra la mejor intención y la obra poderosa de Dios de alcanzar y llenar toda la tierra con Su gloria. Este salmo reconoce que solo Dios es el único que hace maravillas.
Su gloria y Su infinita misericordia siempre cubrirán al justo y quitarán de su frente al opresor. Dios es justo y Su justicia nos cubre día tras día. Sus obras son reales sobre los justos y Él es quien hace maravillas.