Esta es la naturaleza del hombre necio, quien pone en marcha sus pasos y así lleva la necedad a la acción, haciendo todo lo que su corazón le dicta.
El sabio Salomón explica la naturaleza del hombre necio, comparándolo con un perro que vuelve a su vómito, reflejando cómo el necio repite una y otra vez su necedad.
Salomón menciona una serie de afirmaciones sobre los necios, describiéndolos como cojos y como aquellos que atan la piedra en la honda para evitar que sea arrojada. El capítulo 26 del libro de los Proverbios nos dice lo siguiente:
Como perro que vuelve a su vómito,
Así es el necio que repite su necedad.
Proverbios 26:11
Una y otra vez, el necio pone sus pies en el vacío y cae porque sus pensamientos están enfocados únicamente en cometer fraude y hacer maldad contra los demás.
El corazón del necio siempre está dispuesto a hacer daño, sin importar las consecuencias que esto traerá. Creen que han actuado con sabiduría y esperan ser honrados por ello.
El Señor castigará al necio por su necedad, lo avergonzará y caerá en su propia trampa debido a su maldad. Por lo tanto, hermanos, es importante que prestemos atención a nuestros caminos y seamos sabios a través de la sabiduría que el Señor nos otorga, evitando tomar decisiones propias que luego nos acarrearán duras consecuencias.
Si actuamos como el necio, nos convertiremos en perros que vuelven a su vómito, repitiendo este ciclo en nuestras vidas.