Icono del sitio Restablecidos

Cantad con gozo a Dios

Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra; Al Dios de Jacob aclamad con júbilo.

Este es un Salmo de Asaf sobre Gitit. En este salmo podemos ver el llamado de trompeta que hace este salmista al pueblo de Israel para alabar a Dios con gozo, con cánticos de alabanzas para el Señor.

El salmista Asaf no solo exhorta al pueblo a cantar, sino que también invita a hacerlo con alegría y sinceridad. Su mensaje es un recordatorio de que la adoración no es simplemente una rutina, sino una respuesta genuina a la grandeza del Señor. Cuando el corazón del hombre se llena de gratitud, los cánticos brotan naturalmente como expresión de amor hacia el Creador.

Asaf insta al pueblo a cantar con gran gozo al Señor porque Él es nuestra fortaleza, Él es el Dios de Jacob, vamos, aclamen Su nombre con júbilo porque la salvación viene de Él.

-->

En cada generación, Dios ha sido la fortaleza de Su pueblo. No hay otro refugio más seguro que Su presencia. Así como Israel se regocijaba en el poder de su Dios, también nosotros debemos hacerlo hoy. En medio de las pruebas, el cántico de alabanza se convierte en un arma poderosa que vence la tristeza y renueva la esperanza. Cantar a Dios es recordar que Él está presente, que sigue siendo fiel, y que Su misericordia nunca se detiene.

Asaf enumeró tres instrumentos muy vitales para la adoración al Señor:

Entonad canción, y tañed el pandero,
El arpa deliciosa y el salterio.

Estos instrumentos representan alegría, belleza y devoción. El pandero, el arpa y el salterio eran herramientas comunes de celebración en el antiguo Israel, y cada uno tenía un propósito especial: acompañar la voz del pueblo en su adoración. Hoy, aunque los tiempos han cambiado, el principio sigue siendo el mismo: debemos usar todos nuestros dones, talentos y recursos para honrar a Dios. No se trata del sonido del instrumento, sino del corazón del adorador.

Todo pueblo que sirve y rinde pleitesía al Señor, pues debe alabearle con todo lo que posee. Alaba al Señor tu Dios.

Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra;
Al Dios de Jacob aclamad con júbilo.

Salmos 81:1

Del Señor viene nuestro gozo y nuestra salvación, vamos pueblo, sirvamos con regocijo al Dios todopoderoso porque Su misericordia es para siempre.

Este salmo también nos recuerda que la alegría del creyente no depende de las circunstancias, sino de la relación con su Dios. Cuando Asaf menciona la “fortaleza” y la “salvación”, está declarando que en Dios encontramos estabilidad en medio de los tiempos difíciles. La alabanza, entonces, no es solo una manifestación de felicidad, sino también una declaración de fe en medio de la batalla.

No olvidemos que debemos estar agradecidos por Su grande bondad, no ignorando todo lo que Dios ha hecho de tiempo en tiempo, como nos ha salvado de las fieras de la tierra.

El pueblo de Israel fue testigo de las innumerables obras del Señor: cómo los libró de Egipto, los condujo por el desierto y los bendijo en la tierra prometida. De la misma manera, cada uno de nosotros tiene razones para elevar cánticos de agradecimiento. Si miramos hacia atrás, veremos cuántas veces el Señor nos ha librado, nos ha sostenido y nos ha dado nueva vida. Recordar Sus obras nos inspira a seguir confiando en Él.

Alabemos a Dios con todo lo que tenemos, con todo instrumento de música, rindamos loor delante de Él, cantemos así como nos dice el salmo 150, porque la gloria de Dios ha traído gozo sobre todo su pueblo Israel y sobre todas las demás naciones. Alaba al Señor para siempre amén.

Así como lo declara el salmo 150, “todo lo que respira alabe al Señor”. Esa es la invitación final de Asaf y también la nuestra: unirnos a toda la creación en un canto eterno de adoración. Que cada nota, cada palabra y cada acción de nuestra vida sea un testimonio de la fidelidad divina. Porque cuando el corazón del hombre alaba a su Creador, el cielo se alegra y la tierra se llena de paz. ¡Gloria a Dios en las alturas!

La ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia
El que comete adulterio es falto de entendimiento
Salir de la versión móvil