En Dios está mi salvación y mi gloria

En las primeras líneas de este escrito, podemos ver a un hombre fiel a Dios dándole órdenes a su alma para que permanezca en el lugar de completa confianza. Él es el Señor, nuestra salvación.

¿Podemos tener esa misma confianza que tenía David? El salmista depositaba toda su confianza en el Dios de su salvación porque sabía que si no confiaba en Dios, su reinado se desmoronaría. Es por eso que él habla de la gran gloria en el Señor.

El versículo 62:7 nos muestra la devoción del salmista hacia el Señor, al reconocer que si sus pies estuvieran en arena, se hundirían, pero al poner sus pies sobre la roca firme y fuerte, no se hundirán.

En Dios está mi salvación y mi gloria;
En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio.

Salmos 62:7

¿Podemos decir lo mismo que dijo el salmista sobre el Señor? Poner toda nuestra confianza en el Señor nos garantiza seguridad, bienestar y bendición.

El Señor es nuestra roca firme, a Él podemos acudir y seremos ayudados; sus manos nos sostendrán. Seremos alcanzados por Su salvación.

Hermanos, podemos decir: «Oh Señor, eres nuestro refugio, eres el Dios que nos sostiene». Pongamos toda nuestra confianza en el Señor. Démonos órdenes a nosotros mismos para que permanezcamos firmes en la salvación del Señor y que nuestros pies estén sobre la roca firme.

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El que comete adulterio es falto de entendimiento
El Señor se reirá del impío

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