¿Por qué la vida se encuentra en el camino de la justicia? Claramente, como creyentes, entendemos que la justicia está en el Señor y si Él es la justicia, entonces encontraremos vida en el Señor, y Él alargará nuestros caminos y seremos bendecidos por Su grande misericordia.
El autor habla sobre el camino desordenado y lleno de injusticia, ya que provoca muerte en aquellos que practican tales cosas, a diferencia del hombre que camina con rectitud. Este podrá ver la vida debido a la buena justicia que lleva delante del Señor. Veamos qué nos dice el libro de Proverbios sobre esto:
En el camino de la justicia está la vida;
Y en sus caminos no hay muerte.Proverbios 12:28
Hoy día es lo que vemos; observamos la injusticia que impera en el mundo, su camino desviado en su totalidad. Pero esto es atribuido a aquellos que están lejos de amar al Señor y de hacer justicia con los demás. Ellos alcanzarán muerte en su camino.
Pero el buen camino es para aquellos que practican la justicia y caminan con rectitud, tal como lo dice el autor en el versículo que vimos anteriormente.
Es bueno que podamos entender que para tener vida en nuestros caminos, debemos actuar con rectitud y justicia delante de nuestro Señor, quien lo ve todo. No olvidemos que la justicia es Suya y, si somos Sus hijos, entonces seremos justos.
Cuando la Biblia habla de la vida que se encuentra en el camino de la justicia, no solo se refiere a una vida física o terrenal, sino también a una vida espiritual y eterna. El justo encuentra paz, esperanza y propósito porque ha decidido seguir el camino del Señor. Esa vida plena no depende de las circunstancias, sino de la comunión con Dios, quien guía y protege a quienes permanecen fieles a Su palabra.
El hombre que anda en justicia vive bajo la dirección del Espíritu Santo, que lo aleja del mal y le muestra los senderos correctos. En cambio, el hombre injusto vive en tinieblas, sin dirección, lleno de confusión y dolor. Por eso, el proverbio nos recuerda que fuera de la justicia no hay vida, porque todo lo que está fuera de Dios conduce a la muerte espiritual.
Caminar en justicia no significa ser perfecto, sino vivir en obediencia al Señor, procurando hacer lo correcto, aunque el mundo elija lo contrario. La justicia divina no se mide por apariencias, sino por la sinceridad del corazón y las acciones que reflejan amor, humildad y verdad. Jesús mismo dijo que quienes tienen hambre y sed de justicia serán saciados, lo cual demuestra que Dios honra al que busca agradarle y vivir conforme a Su voluntad.
Si meditamos en esto, veremos que el camino de la justicia trae consigo muchas bendiciones: la paz interior, la prosperidad del alma y la seguridad de que el Señor pelea nuestras batallas. Mientras el injusto vive intranquilo y temeroso, el justo reposa confiado, porque sabe que su vida está en manos de Aquel que nunca falla. No hay mayor recompensa que vivir bajo la justicia del Todopoderoso y experimentar Su favor cada día.
Querido lector, no olvides que cada decisión que tomamos abre o cierra caminos. Si decidimos andar en justicia, abrimos puertas a la vida, al bienestar y a la bendición. Pero si elegimos la injusticia, solo encontraremos ruina espiritual y dolor. La elección está en nuestras manos, y Dios, en Su infinita misericordia, siempre nos invita a caminar por el sendero correcto.
Pidamos al Señor que nos dé la sabiduría para permanecer en Su justicia y no apartarnos de ella. Que nuestros pasos sean firmes, nuestras palabras rectas y nuestras obras justas, para que al final podamos disfrutar de la vida eterna prometida a los que aman y obedecen Su nombre. En verdad, en el camino de la justicia está la vida, y en sus senderos no hay muerte, porque quien anda con Dios, vive para siempre.

