Arrepiéntete

El Señor, a través de Juan, habla a la iglesia de Laodicea y le llama la atención por su comportamiento ante Él. Se refiere a la mentalidad que tenían, centrada en las riquezas, y les hace ver que su salvación se estaba quedando atrás gradualmente.

En este capítulo, es evidente que Dios ama a esta iglesia, ya que menciona que disciplina a aquellos a quienes ama. Esto se observa en el verso 19 del capítulo 3. El Señor insta a la iglesia a arrepentirse.

«Se celoso» es una de las expresiones que Dios dirige a esta iglesia, ya que Él también siente celo por sus seguidores. Este llamado tiene como objetivo evitar su perdición.

La advertencia del Señor contra esta iglesia comienza con «Yo reprendo y castigo«. En el verso 19, se lee:

Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.

Apocalipsis 3:19

De manera similar a esta iglesia, en la actualidad muchas iglesias se han enfocado en cuestiones materiales y han descuidado el amor de Dios y la salvación. Están más preocupadas por mantener sus finanzas llenas que por ser fervientes. En lugar de ser apasionadas, son tibias y frías. A estas, el Señor las rechaza, ya que sus intereses están en las vanidades mundanas.

El Señor se expresa de manera clara a través de su siervo Juan: «Yo reprendo y castigo, arrepiéntete». Este mensaje sigue siendo relevante hoy en día. El Señor está a la puerta, y si alguien escucha Su voz, no debería ignorarla. Debe calentarse y no ser tibio ni frío. Pues si alguien es frío o tibio, será rechazado y no podrá participar en las bodas del Cordero.

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No me desampares, oh Jehová
El perverso no conoce la vergüenza

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