Si morimos con Cristo, viviremos con Él

Como hijos del Señor y de la promesa que hemos recibido por Él, debemos creer fielmente a Su palabra. Recordemos que el mismo Cristo dijo que iría a preparar moradas para todos aquellos que estuvieran firmes y que guardaran Sus palabras.

Seguros estaremos todos los que confiamos en Él, ni miedo a la muerte debemos tener, porque si morimos en Cristo, no moriremos por la eternidad porque recibiremos nuestro más grande premio. También el apóstol Pablo habla acerca del pecado del hombre y que aquel que se ha apartado del pecado, pues no puede volver a él.

Es por eso que en el versículo que veremos a continuación, Pablo habla del hombre y su vida renunciado al pecado, enterrando todo su pasado de pecado y entregándolo a Cristo, ya que de esta forma su vida sería purificada.

Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él;

Romanos 6:8

Como hijos de Dios, el apóstol hace una referencia del hombre que ha dejado el pecado, digamos más bien que el hombre viejo no existe, este fue echado de nuestras vidas, esto para poder recibir la promesa que ha hecho nuestro Señor, poder levantar nuestras manos cuando allí nos llamen en aquel gran día.

Es por eso que si morimos con nuestro Señor, vamos a creer que también viviremos con Él en los cielos, debemos creer a este fiel promesa, ya que hemos dejado nuestro viejo hombre y somos nueva criatura. Queremos invitarte querido amigo, si no has renunciado a estas cosas, todavía estás a tiempo, para que también puedas algún día vivir con Cristo en el reino de los cielos.

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Retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio
Fornicarios, inmundos, avaros, idólatras, maldicientes, no heredarán el reino de Dios