Nuestro socorro es aquel que viene siempre de Dios, nuestra misericordia es la que viene de nuestro Señor para nuestras vidas, cuidándonos y ayudándonos a seguir adelante.
El salmo que veremos es un masquil de los hijos de Coré, aquí el autor nos muestra cómo la vida del ser humano es sujetada por Dios y cómo su vida descansa en Él, porque Su misericordia y Su amor son los que sostienen al justo en su camino.
Siempre tendremos sed de Dios, nuestras almas siempre estarán sedientas de querer recibir la voluntad del Señor en nuestras vidas, de poder cada día tener el privilegio de poder recibir de Su misericordia cada mañana.
Como verdaderos hijos de nuestro Dios todopoderoso, pues debemos decir así como nos muestra el autor de este salmos:
Pero de día mandará Jehová su misericordia,
Y de noche su cántico estará conmigo,
Y mi oración al Dios de mi vida.
Salmos 42:8
Si leemos el salmo 42 a partir del verso 1, apreciaremos que el alma necesita cada día de Dios, porque siempre está sedienta de misericordia, de esperanza en el Señor.
No hay duda que la misericordia de Dios irá en pos de aquel que camina bajo la ley de Dios. Procuremos entonar cánticos y oraciones dirigidos a nuestro Dios.
Hermanos, confiemos en el Señor, demos gracias a Dios porque Su misericordia nos visita de mañana, porque nuestras almas tienen se del Señor.
