No desmayamos

En su segunda carta a los Corintios, Pablo les habla de cómo deben estar animados en el Señor, porque solo desmayan aquellos que no saben el sentido de llevar el evangelio de Cristo, y es por eso que su fuerza permanecía, este hombre sabía predicar el evangelio con gran firmeza.

Ante todo, como hijos del Señor, amados y respaldados por Su grande misericordia, debemos siempre estar en pie, porque de esta manera podremos enfrentar nuestra dificultades, firmes en el Señor, sin desmayar.

El misterio del cual Pablo nos habla en esta carta, es aquel misterio el cual es la palabra del Señor, y este es el camino que debemos seguir, no desmayando y pidiendo nuevas fuerzas a nuestro Dios.

Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos.

2 Corintios 4:1

Como hemos sido guiados a toda justicia y a toda verdad, pues el apóstol dijo que no se adultere la palabra de Cristo, más bien nos manda a que todo nuestros pensamientos humanos sean puestos delante del Señor, para que así Dios sea quien esté dirigiendo nuestros pasos.

Este capítulo es claramente un claro aviso de que sigamos adelante en el Señor, no cambiando la palabras de Dios, sino que podamos cumplirla, a todo costo, por eso no desmayemos y sigamos la buena obra del Señor.

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Salvación para nuestras almas, es el propósito de nuestra fe
Juicio sin misericordia le espera a aquel que no hiciere misericordia

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