El versículo que veremos en este artículo pertenece a un salmo escrito por David, y se muestra pidiendo al Señor por su vida, esta era una súplica para que Dios le cuidara y le ayudara a poder seguir adelante en Su ley.
En esta súplica podemos ver muy claro lo que hacía el salmista, él estaba pidiendo al Señor que diera a cada hombre malo su paga porque estos aparentaban ser buenos, pero su corazón estaba lleno de maldad.
Todos sabemos que los malos muy pronto tendrán su paga, ya que su maldad es grande, y cuando se manifiestan contra un hijo de Dios, también lo hacen contra el mismo Dios vivo. En nuestras oraciones al Señor, debemos hacer esto que hizo el salmista:
Por cuanto no atendieron a los hechos de Jehová,
Ni a la obra de sus manos,
Él los derribará, y no los edificará.
Salmos 28:5
Debemos pedirle al Señor que tenga misericordia de nosotros, que no nos deje caer así como caerán aquellos hombres malos por sus maldades, que nos proteja con Su poder majestuoso.
Todos los malos muy pronto serán juzgados y Dios les pagará por sus obras malas, estos serán derribados y así mismo se quedarán porque su corazones están podridos.
Por cuanto cuanto oraste al Señor, tú serás libertado, pero los malos serán destruidos por sus malas obras. La mano poderosa de Dios caerá sobre ellos.