Esta es una exhortación de la nueva vida en Cristo Jesús, todos cuando recibimos a Cristo como nuestro Señor y como nuestro único Dios, pues ya no hay tinieblas en nuestras vidas, sino luz.
Ya que estamos en el Señor, ya el enemigo no tiene parte ni suerte en nuestros caminos, es por eso que debemos entender que Dios está con nosotros y debemos obedecerle, llenarnos de Él y cubrirnos con su escudo protector.
El apóstol Pablo habla a los que ya se despojaron del viejo hombre, aquellas personas que se habían acercado al Señor para ser nuevas criaturas y no comportarse más como los hijos de las tinieblas:
ni deis lugar al diablo.
Efesios 4:27