El salmo 128 habla de las bienaventuranzas de aquel que teme a Dios. Una persona que teme a Dios y obedece Su palabra, será cubierto de bendiciones. El bien y la misericordia de Dios estarán sobre él.
Al leer este capítulo completo nos damos cuenta que no es en vano que tememos y servimos a Dios, pues cosas buenas persiguen a los que caminan rectos en los caminos del Señor.
Esa es la recompensa de quien anda con rectitud delante de Dios: El bien y la misericordia del Señor pueda reposan sobre su vida y familia:
Bendígate Jehová desde Sion,
Y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida,
Salmos 128:5
Podemos decir que este versículo es un resumen del Salmo 128, ya que los versículos anteriores hablan de bendiciones específicas que tendrán aquellos que temen a Dios y finalmente vemos estas hermosas palabras de este versículo, pero esto no se queda ahí, pues el versículo seis dice: «Y veas a los hijos de tus hijos», es decir, que tengas una vida larga.
Si quieres que estas bendiciones te acompañen todos los días de tu vida, disfrutar de la alegría y paz que Dios traerá a tu vida, entonces no olvides siempre temer a Dios y obedecer lo que está escrito en Su Santa Palabra. Que Dios te bendiga siempre amén.