Este es el carácter transitorio de la vida de los seres humanos: El carácter de las personas y el hablar sin freno y sin sabiduría con toda facilidad puede pronunciar palabras desordenadas y pecar contra Dios.
Todo aquel que no tiene freno en su lengua, pronto recibirá su castigo, debemos tener algo bien en cuenta: El Señor siempre nos ha querido dirigir por el buen camino, quitando todo pecado y todo lo que nos puede desviar Su verdad.
Con castigos por el pecado corriges al hombre,
Y deshaces como polilla lo más estimado de él;
Ciertamente vanidad es todo hombre. Selah
Salmos 39:11
El Dios todopoderoso es quien castiga a los pecadores, a aquellos cuyas lenguas no tienen frenos y que sus pensamientos solo son de maldad, a estos el Señor los castigará.
Es por eso que vemos las palabras del salmista cuando dice al inicio. «Yo dije: Atenderé a mis caminos, Para no pecar con mi lengua; Guardaré mi boca con freno.»
David sabía que la lengua del hombre debe estar sujeta, ya que si esta no tiene freno, el pecado entra a la vida de esa persona y prácticamente no habría escapatoria, solo la misericordia de Dios.
Atendamos a este llamado y consejo del salmista David, debemos sujetar nuestras lenguas para no pecar. Porque aquel que no lo hace, pues correrá peligro ante el Señor, pues Dios castiga a los pecadores.