La avaricia es un mal que consume la sociedad a tal punto que que hasta personas le han quitado la vida a un hermano de sangre porque no pueden ponerse de acuerdo sobre cómo repartir una heredad y siembre hay alguien que quiere quedarse con la mayor parte.
Parece que en aquellos tiempos pasaba algo parecido, pues, en cierta ocasión una persona de la multitud le pregunta a Jesús: «Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia«. A lo que Jesús le responde que quién lo puso a Él como juez y partidor. También agregó:
Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
Lucas 12:15
En este versículo Jesús acababa enseña sobre el gran valor que tenemos para nuestro Dios, es tanto ese valor que podemos ver que el Maestro se dio por nosotros en la cruz del calvario. Este es un hecho que nos motiva cada dia poder estar en los caminos de Dios.
Y es por eso que el mismo Jesus, el nos aconseja a que nos cuidemos de la avaricia, ya que nuestras vidas hoy están, y no es por los bienes materiales. Más bien porque nuestro Dios nos ha amado y ha tenido misericordia.
Hermano, oh querido amigo. Debemos apartarnos y cuidarnos de toda avaricia así como nos manda Jesús. Ya que estes es un mal que puede dañar nuestras vidas a cambio de nada, ya que un día partiremos de esta tierra y todo lo material se quedará aquí. Dios te bendiga.