Es necesario que permanezcamos firmes en el Señor ante toda esta tribulación. Mantengamos nuestra fe y firmeza en el Señor y esperemos por Él, ya que Él vendrá por todos los que le esperaron fieles y sin contaminación.
Debemos valorar este enorme sacrificio que hizo nuestro Dios por cada uno de nosotros, dándose a sí mismo para salvarnos del pecado y de la muerte, pero también nos dejó claro que todo aquel que fuera fiel para su segunda venida, será galardonado y vivirá por la eternidad con Cristo.
Es a estos que Cristo salvará, a aquellos que le esperen preparados, y caminando bajo Su voluntad:
así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.
Hebreos 9:28