Nuestra esperanza es porque tenemos a Jesús en nuestros corazones y es por eso que tenemos que mantener esta confianza plena en nuestro Señor Jesús, sin importar el problema que tengamos delante, confiemos en el Señor que nos ayudará.
Muchas personas, cuando escuchaban que Jesus pasaría por su ciudad, corrían para poder verle y echar sus necesidades delante del Señor, otros iban para hablar mal de las hazañas que Jesús hacía, pero muchos recibían el milagro del Señor.
Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama.
Marcos 10:49
El versículo anterior corresponde a la historia de un hombre ciego de una ciudad llamada Jericó. Este hombre le pedía a Jesús que tuviese misericordia de él, y lo hacía gritando a gran voz diciendo «Jesús, hijo de David, ten misericordia de mí».
Muchos reprendían a este hombre para que se callase pero Jesús tuvo misericordia de él y lo mandó a llamar, por eso vemos en el versículo que al ciego le dicen «Ten confianza; levántate, te llama».
En este día te decimos que llames a Jesús y presentes tus necesidades delante de Él. Sabemos que Él te escuchará, te mandará a llamar y resolverá tu necesidad. Por eso a ti te decimos hoy también: Ten confianza; levántate, Jesús te llama.