Sí nos distraemos en el Camino, pues no llegaremos a donde el Señor quiere que lleguemos, es por eso que debemos tener mucho cuidado para donde nos están llevando nuestros pies. Debemos tener precaución para que nada nos desenfoque de los caminos del Señor.
Debemos mantener nuestra mirada hacia adelante, mirando solo a nuestro Dios, no miremos a la izquierda ni a la derecha, en un sentido, si esto nos puede hacer desviar, entonces no volteemos, más bien sigamos mirando al Dios soberano, ya que mirando al Señor lograremos poder llegar a la meta.
Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.
Podemos ver a Jesús diciendo que «Nada te desenfoque», no mires hacia atrás, sigue el camino, y para llegar al reino de Dios estas son las condiciones, solo mirarle a Él.