Los mandatos de la palabra de Dios, deben ser cumplidos por nosotros, y es por eso que debemos estar conscientes de que siempre habrá un maligno tratando de impedir que cumplamos con la Biblia para que no obtengamos la vida eterna.
El título de este artículo nos habla del compromiso de la mujer con su esposo, que es actuar con humildad, con respeto, con honestidad, y siendo paciente en todo, someterse a su esposo, como lo establece la misma Biblia.
Cuando una mujer se sujeta a su marido en el amor y sabiduría del Señor, actúa con gran respeto, corrigiendo toda falta con su gran amor y paciencia, pues con esto no da cabida a que el maligno entre en ese matrimonio y lo destruya.
Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
Efesios 5:24