Ser humilde es lo que nos ayuda a seguir adelante, porque todo aquel que es humilde sabe pedir perdón, sabe tener respeto por todo, tanto en lo espiritual como en lo material.
Las personas humildes alcanzan la sabiduría, tienen paciencia en todo lo que hacen y llegan más allá de sus objetivo, ya que el Señor está con los humildes.
La gracia divina de Dios siempre descasará sobre aquellos que guardan Su palabra, que están dispuestos a seguir Sus estatutos. Los humildes descansarán en la gracia soberana de Dios. La Biblia dice lo siguiente:
Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
Santiago 4:6
Es de buen gusto el saber que la gracia de nuestro Dios siempre estará sobre aquellos cuyo entendimiento está sujeto al Señor, como decía al principio del artículo los humildes de corazón, éstos podrán soportar cualquier tipo de adversidad, ya que sus vidas están puestas en las manos de Dios.
Te invitamos buscar esta gracia que da el Señor, y si sientes que la humildad se quiere apartar de ti, entonces ve delante del Señor y ora para seas bendecido con Su gracia y gran humildad.