El amor de Dios hacia nosotros es inagotable, infinito. Su amor es tan grande que nos transforma, porque Él es tan misericordioso que aun nosotros estando en falta, Su perdón nos alcanza.
Es bueno atender al llamado de nuestros Dios a tiempo, vayamos delante de Él, presentémonos y alabemos Su nombre, acerquémonos a Él y dejemos todo lo que está mal, porque es claro que el pecado nos hace perecer.
Si somos obedientes delante de nuestro Dios y actuamos como Él nos manda, seremos librados de la ira venidera. Seamos entendidos en cuanto a Su amor y misericordia.
18 que tienes mucho amor y paciencia, y que por eso perdonas al pecador. Tú has dicho que castigas a los hijos, a los nietos y a los bisnietos, por la maldad de sus padres.
Números 14:18