Torre fuerte es el nombre de Jehová; A él correrá el justo, y será levantado

Ningún justo ha sido desamparado por Dios en su tribulaciones o dificultades, nuestro Dios siempre estará presente para ayudar a Sus hijos. Confiemos en Él todos los que estamos en Su camino porque solo por Él seremos levantados cada vez que necesitemos fortaleza.

Sí, ese es el Dios Todopoderoso, grande en poder, todos los reinos adoran Su nombre, entonces no sintamos temor de nada, llamemos a Aquel que es nuestra roca, porque torre fuerte es Su nombre.

Si seguimos en pie, es porque nuestro Dios está siempre a nuestro lado, Su poder y Su autoridad nos acompañan, dándonos fuerzas, llevando palabra de aliento a aquellos que están caídos, levantado a aquellos que están derribados.

Torre fuerte es el nombre de Jehová; A él correrá el justo, y será levantado.

Proverbios 18:10

Dios nos invita a que busquemos refugio en Su nombre, pues él es nuestra torre fuerte, a Él es quien debemos correr cuando estamos en nuestros momentos difíciles, es Él quien nos levantará cuando estemos caídos.

Dios es nuestro sustento, nuestra esperanza, es difícil que el justo le llame y Él no responda, nuestra protección viene solo de nuestro Dios.

Nuestro Dios nos proporciona una defensa maravillosa, en Él es donde nos podemos refugiar sin temor a nada, nuestro grande escudo viene de nuestro Dios.

Así que, ¿te encuentras inseguro? ¿Sientes que estás pasando por un momento difícil? Refúgiate en el Señor, todo aquel que le conoce, va a Él y es levantado.

El libro de los Salmos también nos recuerda lo mismo cuando David decía: “Jehová es mi roca y mi fortaleza, y mi libertador” (Salmos 18:2). Esta declaración nos enseña que en medio de la angustia podemos correr a Dios con la certeza de que encontraremos seguridad, como un soldado que se esconde tras un muro sólido en medio de la batalla. Esa torre fuerte de la que habla Proverbios es un símbolo de protección y de confianza en un Dios que nunca falla.

Muchas veces los problemas llegan a nuestra vida de manera inesperada: enfermedades, pérdidas familiares, dificultades económicas, traiciones o pruebas que nos quitan las fuerzas. Sin embargo, cuando recordamos que Dios es nuestra torre fuerte, comprendemos que no estamos solos y que hay un refugio seguro en el cual podemos descansar. Esa convicción nos da paz en medio de la tormenta, porque la fe no elimina las pruebas, pero nos fortalece para enfrentarlas con esperanza.

La Biblia también nos anima a no temer al futuro. Jesús dijo en el evangelio de Juan: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33). Este pasaje conecta directamente con la idea de que el nombre del Señor es torre fuerte, porque Cristo mismo es nuestro refugio. Él venció lo que parecía imposible: el pecado y la muerte, y esa victoria nos asegura que podemos confiar en que también nos ayudará en nuestras luchas diarias.

No olvidemos que esta confianza en Dios no debe quedarse solo en palabras, sino traducirse en una vida de oración constante, de lectura de la Palabra y de obediencia a sus mandatos. Así como un soldado no espera hasta la guerra para entrenar, nosotros no debemos esperar a la dificultad para buscar a Dios, sino permanecer cerca de Él cada día, fortaleciendo nuestra fe para cuando lleguen los tiempos difíciles.

Querido lector, si hoy sientes que el peso de la vida es demasiado fuerte para ti, recuerda que en el Señor tienes un refugio. Su nombre es torre fuerte, su presencia es compañía y su amor es inagotable. No importa qué tan oscura parezca la noche, el amanecer de la esperanza está asegurado para todo aquel que confía en Él. Ven a Cristo, entrégale tus cargas, porque en Sus brazos encontrarás descanso verdadero.

Reflexión final: Nuestra vida siempre estará llena de retos, pero el justo jamás estará solo, porque el Dios que nos sostiene no se olvida de sus hijos. No temas, no desmayes, solo corre a la torre fuerte que es el nombre de Jehová, y allí serás levantado con nuevas fuerzas.

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