Nuestro testimonio puede servir como un puente para que más personas puedan conocer de las grandezas que Dios hace, y este es el caso de Arthur Ansuattigui, un niño de apenas 10 años que de pequeño padecía de ciertas dolencias, pero siquiera los mejores médicos pudieron dar un diagnostico claro de su enfermedad.
Por esta enfermedad misteriosa, Arthur tuvo que verse hospitalizado muchísimas veces, hasta cuenta que cuando tenía apenas un mes de nacido, le hicieron una transfusión de sangre.
El mismo Arthur ha contado su testimonio a través de una transmisión de la Iglesia Bautista Attitude en Rio de Janeiro. Cuenta que al su madre no ver que los médicos tenían una respuesta clara a este proceso de enfermedad, ella solo comenzó a orar para que sea Dios quien sane a su hijo.
El niño dijo que su madre había hecho una oración, en la que decía a Dios que si salvaba a su hijo, entonces lo llevaría a la iglesia. Tiempo después la madre escuchaba a un predicador a través de la televisión, y sintió que el mismo Dios le habló cuando el predicador dijo: «Su hijo recibirá una nueva vida».