No habrá un anuncio de la fecha del día de la venida del Señor, por eso es bueno que estemos atentos y preparados para ese gran día, donde allí todo será una grande sorpresa.
La misma Biblia nos habla de este día tan maravilloso, este día será un día de gloria, de felicidad, porque todos los que murieron haciendo la obra, los que estén de pie y preparados podrán ser elevados hacia el cielo juntamente con Jesús y sus ángeles.
Seamos fuertes, luchemos, porque nuestro galardón se acerca, seamos diligentes y llevemos los estatutos que nos fueron puestos por ley, leamos las palabras fieles y verdaderas porque en ellas siempre encontraremos la verdad, seremos guiados a toda verdad y justicia.
Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.
2 Pedro 3:14
Debemos estar preparados para ese gran día, pero ¿de qué manera debemos estar preparados? Esa pregunta está respondida en el versículo anterior, debemos estar sin mancha e irreprensibles delante de Dios, esto es, siendo obedientes a Su palabra, procurando no pecar y siempre pidiendo perdón por si en algo hemos fallado.
Claramente, si nuestros corazones están puestos sobre la gloria del nuevo cielo y la nueva tierra, seguiremos luchando y actuando con gran diligencia para poder llegar a Aquel día y ser levantados.
Por eso hermanos, esforcémonos en los caminos del Señor, andemos bajo la paz de Dios y pacientemente esperemos solo en Él, porque la paciencia del Señor es salvación para otros y para nosotros también. Resistamos hasta el último momento.