Dios siempre ha tenido cuidado de nosotros como su pueblo, como sus ovejas, cuidándonos de los lobos que andan saqueando todo lo que puedan encontrar.
La misericordia de Dios siempre nos ha mantenido a salvo de todos los planes enviados por el enemigo para cambiar nuestros pensamientos y direcciones, para nos conduzcamos por diversas partes sin poder meditar nuestros caminos, a que llevemos caminos sin rumbo.
Es por eso que debemos ser bien cuidadoso, es bueno que siempre podamos meditar en nuestros caminos, qué está pasando, cómo debe ser las cosas en el Señor, si estoy caminando bien, si estoy agradando a Dios en mi camino.
Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos.
Hageo 1:7
Esta palabra vino de parte de Dios para el profeta Hageo porque el pueblo entendía que aun no era el tiempo de edificar casa para Dios. Entonces Dios le reclama al pueblo que todo el mundo estaba cómodo en su casa y la casa de Dios estaba desierta.
Por eso llega esta palabra que dice «Meditad sobre vuestros caminos». El pueblo estaba muy distraído en sus propias cosas y las cosas de Dios las dejaba de último, tan así que para ellos en ese momento el edificar casa para Dios no era prioridad, no era algo importante. Pero debido a esto, lo que ellos hacían no prosperaba mucho y por eso más adelante Dios les dice:
Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová.
Hageo 1:8
Por la actitud del pueblo Dios había detenido la lluvia y el fruto de la tierra, y les manda a reconstruir el templo para quitar de ellos la escasez. Amados hermanos, ¿estamos siendo nosotros igual que ellos? ¿Mientras buscamos los beneficios materiales dejamos de la do las cosas de Dios?
No cometamos este error. Meditemos en nuestros caminos. Tengamos siempre a Dios presente en todo lo que hagamos y no descuidemos las cosas de Dios por las cosas terrenales.