«Te amo y Dios te ama»: El mensaje de un hombre al asesino de su única hija

«Te amo y Dios te ama», estas fueron las palabras de un hombre con el corazón totalmente roto, un hombre que sufrió durante años por la muerte de su hija. Todos sabemos que es difícil que como padres nos den esta terrible noticia.

Pero he aquí que el amor de Dios es maravilloso y hace justicia, es por eso que debemos poner todos nuestro problemas en Sus manos, Él peleará por nosotros. En un atroz accidente automovilístico ocurrido en enero del 1996 murió la hija de Harold MacDonald, la pequeña tenía apenas 6 años de edad y era su única hija, pero el conductor del otro vehículo se dio a la fuga.

Pero es sorprendente la forma en que se portó el padre de la niña, éste sin rabia ni rencor, ni mostrar venganza contra el conductor que había acabado con la vida de su hija, reaccionó con amor hacia el conductor mientras él pensaba que el padre de la niña iba hacia él con venganza.

El motivo del accidente fue porque a la niña se le cayó a la calle un dibujo que hizo para su padre. Al intentar recogerlo, un automóvil que venía con exceso de velocidad la atropelló. Como padre, Harold se afligió en gran manera al enterarse de esto pero su reacción no fue de no venganza. Su respuesta sorprendió a todos:

Quería ser agradable a Dios. Y todo lo que pudiera hacer para ser ese ejemplo. Estaba dispuesto a hacerlo aunque me doliera. Estaba dispuesto a perdonar.

Cuando Harold pidió al conductor que se entregara, pronunció la siguientes palabras: Te amo y Dios te ama. El conductor se presentó a los tribunales, pero Harold no presentó cargos, entonces el joven de 18 años llamado Mandrell que atropelló a su hija fue liberado.

Harold visitó a Mandrell al día siguiente y este joven muy arrepentido, pidió perdón a Harold por lo que había ocurrido. Harold de inmediato le dio un abrazo fuerte al joven e hizo una oración con él.

Sobre esto Harold expresó: «El perdón no era para Mandrell. Era para mí. Y comenzó el proceso de curación al instante». Para Harold bastaba con que esto quede como ejemplo sobre el perdón, dar gracias y amar, aún sumergido en el dolor y la pena.

Fuente del testimonio: Ver en YouTube

Reflexión final sobre el perdón

El perdón es uno de los mayores desafíos que enfrentamos como seres humanos, pero también una de las mayores victorias espirituales que podemos alcanzar. La historia de Harold nos recuerda que perdonar no significa olvidar lo sucedido, sino decidir no dejar que el rencor y el odio gobiernen nuestro corazón. El perdón es una medicina que sana el alma y abre el camino a la paz interior.

Cristo nos enseñó a perdonar setenta veces siete, no como un número exacto, sino como un estilo de vida. Cuando aprendemos a soltar la amargura, nos acercamos más al carácter de nuestro Señor y damos testimonio vivo de Su amor en nosotros. Así como hemos sido perdonados, estamos llamados a perdonar, incluso cuando el dolor parece insoportable.

Que este testimonio nos motive a reflexionar sobre nuestras propias heridas y ofensas. Quizás haya personas a quienes todavía necesitamos perdonar o situaciones que debemos entregar en las manos de Dios. Recordemos que perdonar no es debilidad, es fortaleza; no es derrota, es victoria. El verdadero amor se demuestra en nuestra capacidad de perdonar, porque el perdón nos hace libres.

Cristo Protector: Nueva estatua de Jesús de 43 metros en Brasil
Trozo de Biblia queda intacto luego de incendio en República Dominicana, bomberos hallaron el siguiente mensaje bíblico