Amados hermanos en Cristo Jesús, amémonos unos a otros en el amor eterno de nuestro Señor Jesús, ya que Su amor es inagotable, Dios nos amó por encima de todas las cosas, pues entregó Su hijo en sacrificio por amor a nosotros.
El amor de Dios es tan grande, que nos hace recapacitar, nos hace creer y hacer las cosas bien cada día, es un amor que cuando llega a nuestro corazones, pues cambia nuestro lamento en baile. Este es el verdadero amor de nuestro amado Cristo.
Amemos a nuestro prójimo, amémosle porque nuestro Señor también nos ama con amor eterno, no dudemos de lo que puede hacer el amor de Cristo, que si alguien te faltó y Tú no conocías al Señor, entonces después que tienes el encuentro con nuestro Rey amado todas las cosas cambian porque Su amor te alumbró, te abrió camino para que puedas perdonar y amar en el amor de Cristo.