La misericordia de nuestro Dios es grande, es la que nos cuida cada día, nos guarda, por eso debemos tener en cuenta que debemos ser misericordiosos, así como lo es nuestro Dios con nosotros.
Si tratamos a los demás con amor y misericordia así como nuestro Dios nos manda, entonces seremos benditos. No debemos ser personas malas, porque si Dios tiene misericordia de nosotros, pues hagamos nosotros igual.
Lo mismo que nosotros sembramos eso cosechamos. Si sembramos maldad, eso mismo recibiremos, en cambio, si sembramos bondad, pues bondad vamos a cosechar, es por eso que debemos ser sabios y atender a este enseñanza:
8 El que sembrare iniquidad, iniquidad segará, Y la vara de su insolencia se quebrará.
9 El ojo misericordioso será bendito, Porque dio de su pan al indigente.
Proverbios 22:8-9
Como hemos visto en los versículos anteriores, cada uno recibirá un pago dependiendo de sus obras. Si alguien hizo maldad, no es verdad que recibirá el favor de Dios, al contrario, recibirá castigo. Pero aquellos que son misericordiosos, serán bendecidos.
Vamos a tener bien en cuenta que, los ojos de Dios están sobre toda su creación, por lo cual debemos actuar con amor y misericordia hacia los demás. Así que, si Dios es misericordioso, entonces actuemos también como Él.