La oración de un justo siempre deber basarse en la voluntad divina de nuestro Dios, dando gracias porque en medio de todas dificultades El Señor es nuestro refugio. Dios siempre va de la mano con el justo, de día y de noche nos sostiene.
Hermanos, refugiémonos todos en el Señor, porque este es nuestro verdadero refugio, nuestro buen pastor, como dice el salmista David, en nadie más podemos encontrar paz y refugio, ya que no hay uno como Él. Su sustento nos alcanza cada día.
Creamos al Señor todos los días, no escuchemos voces negativas que cada día nos dicen que no hay refugio para la vida de aquel que está en los caminos del Señor. El libro de los salmos capítulo 71 nos habla acerca del refugio del Señor:
En ti, oh Jehová, me he refugiado; No sea yo avergonzado jamás.
Salmos 71:1
En este salmo podemos ver la fe del salmista David, desde su inicio vemos su enorme confianza en el Señor, nada podía detener a este hombre.
La situaciones que podía pasar este hombre no le hacían desmayar, este hombre sabía que Dios nunca lo abandonaría, sino que vendría en su socorro.
El salmista aun estando viejo, tenia su fe y su confianza plena en El Señor, tanto que dice claramente en el versículo citado: «Señor, en Ti me he refugiado», dando a entender que no importaba la viejo que él fuera, porque con todo todavía seguía creyendo en el Señor hasta su último día.