Hermanos, confiemos cada día en el Señor, creer en que tenemos su total protección, en que de Él recibimos fuerzas cada día. Es bueno que todos los que somos fuertes en el Señor, podamos ayudar a aquellos que son débiles en la fe.
Cada día nos enfrentamos a un enemigo que no duerme, este siempre está al acecho de los que creen y confían en la voluntad divina de Dios, que se mantienen buscando Su palabra, en que la palabra de Dios permanezca para siempre.
Es bueno que sigamos en pie de batalla, pidiendo al Señor que nos cubra con su gracia y paz, que por más tribulación que venga, no nos detenga y que podamos continuar la carrera que se nos ha encomendado en el Señor. Justo es el Señor que no nos abandona, Él nos da nuevas fuerzas, nos lleva de las manos.
Estos son algunos versículos de la carta escrita por el apóstol Pablo a la iglesia de Éfeso, instándolos a fortalecerse en el Señor:
10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Efesios 6:10-12
Aquí Pablo le exhorta a la iglesia de Éfeso a revestirse de toda armadura de Dios, para que puedan resistir en los días malos, esto porque la iglesia vivía momentos muy difíciles.
Así pues, también los que estamos en Cristo Jesús y que permanecemos en sus atrios, debemos revestirnos de toda armadura, porque nuestra lucha no es contra carne ni sangre, es contra espíritus de las tinieblas los cuales siempre están al acecho de los hijos de Dios.
No nos olvidemos que tenemos el respaldo de nuestro Dios, fortaleceos los unos a los otros en el amor de Cristo y seremos más que vencedores.
1 comment on “La armadura de Dios”
Muy buen consejo tenemos que vestirnos de toda armadura de Dios