Tenemos un acusador que siempre busca la forma de que estemos mal delante de Dios nuestro Creador, que le fallemos en todo lo que sea posible. Pero seamos fuertes y pidamos a Dios que nos ayude.
¿De qué forma que podamos restaurar nuestras vidas, borrar nuestros pecados y servir fieles ante la presencia de Dios? Apartándonos de todo lo que está a nuestro frente, todo lo que parece muy fácil y bonito, esto que el enemigo pone delante de nosotros para que pequemos.
Debemos dejar todas las cosas que no son del agrado de Dios, pidiéndole a Dios que nos perdone por nuestros pecados, orando al Padre para que nos perdone y nos haga nuevos. Lucas escribió sobre esto en el libro de los Hechos:
Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,
Hechos 3:19
Lucas exhorta a arrepentirse y convertirse para que nuestros pecados sean borrados y para que podamos llegar a la presencia del Señor, y es aquí donde está la clave de todo, pues, una vez que reconocemos que somos pecadores y nos arrepentimos de nuestras malas obras, entonces es en ese momento que podremos estar delante de la presencia de nuestro Dios.
Todo aquel que se rinde ante el Señor recibirá paz, gozo y amor eterno, ya no será una persona nueva, tendrá una vida diferente en el Señor. Así que, vayamos delante del Señor, Él quitara nuestros pecados, humillémonos delante de Dios y Él hará que nuestros pecados sean sean borrados.