Cómo hallar la vida

Sigamos adelante con el Señor, siendo personas que escuchan Su voz, que saben hacer Su voluntad divina, que atienden al llamado de nuestro Dios.

Seamos honestos y sinceros delante de Dios, personas humildes y de carácter maduro y responsable, porque de tal manera, podremos encontrar la vida en Jesús, pues nuestra salvación viene de Él.

¿Cómo hallamos la vida en Jesús? Esta es una y muy buena pregunta. Ser justos es una parte muy importante, aunque no la única, ya que existen otras partes las cuales, son de mucha ayuda para poder tener una vida en el Señor. Ser justos y tener misericordia, amor, bondad, nos ayudará bastante, ya que cada una de estas características son las que nos enseña la Biblia, por la cuales debemos actuar según la palabra que nos ha sido enviada por Dios como regla para poder alcanzar la vida en Jesús Señor nuestro.

El que sigue la justicia y la misericordia hallará la vida, la justicia y la honra.

Proverbios 21:21

La justicia es muy importante, ya que el Señor es más que justo con nosotros, pues nos cuida cada día, nos sustenta y nos ayuda a seguir adelante para que podamos llegar a obtener la vida en Él.

¿De quién viene la misericordia? De Dios, Él es el autor de la misericordia, por eso es que nos manda a que también podamos buscarla, porque también a través de ella hallaremos la vida y la honra.

Sigamos lo que nos dice este proverbio, este es un mandato claro, acerca de nuestras vidas en Jesús. Sigamos la justicia de Dios.

La justicia y la misericordia como estilo de vida

No basta con leer o conocer lo que dice la Escritura, debemos vivirlo. La justicia y la misericordia no son simples conceptos, son maneras prácticas de reflejar a Cristo en nuestro diario vivir. Ser justo implica actuar con rectitud en nuestras decisiones, tratar a los demás con respeto y verdad, no aprovecharnos de nadie ni mentir para nuestro propio beneficio. La misericordia, por otro lado, es mostrar compasión al necesitado, tender la mano al caído, perdonar cuando somos ofendidos y recordar siempre que también nosotros hemos sido alcanzados por la gracia inmerecida de Dios.

Cuando un creyente practica estas virtudes, se convierte en un testimonio vivo de lo que significa tener a Cristo en el corazón. No es algo que se hace por obligación, sino como respuesta agradecida al amor inmenso que el Señor ha derramado en nuestras vidas.

El ejemplo de Cristo

Jesús mismo es nuestro modelo perfecto de justicia y misericordia. Él trató a cada persona con verdad, nunca hizo injusticia, y al mismo tiempo mostró compasión hacia los pecadores, los enfermos y los rechazados por la sociedad. La cruz es el mayor ejemplo de cómo se unen la justicia y la misericordia: en la cruz, la justicia de Dios fue satisfecha y al mismo tiempo Su misericordia nos alcanzó. Por eso, cuando seguimos este camino, estamos reflejando a nuestro Señor en cada área de nuestras vidas.

Palabras finales

Amado hermano, la vida en Jesús no se limita a una confesión de fe, sino a una transformación constante que se evidencia en nuestro carácter. El Proverbio que hemos leído nos recuerda que el camino hacia la vida verdadera está en seguir la justicia y la misericordia. No permitas que el mundo te aparte de estos principios, porque en ellos está la honra que proviene de Dios. Vive cada día buscando agradarle, siendo justo en lo pequeño y en lo grande, y mostrando misericordia a quienes te rodean. Así, tu vida será un reflejo del amor de Cristo y encontrarás en Él la plenitud, la honra y la vida eterna que solo Dios puede dar.

Oración para que mi hijo consiga un buen trabajo
Que Dios te llene de gozo y paz