Señor, a Ti siempre clamo porque sé que Tú escuchas mi oración, de mañana cuando invoco Tu nombre, pues ahí estás para darle aliento a mi espíritu, por eso vengo a Ti dispuesto a alabar Tu Santo Nombre.
Mi espíritu se fortalece cuando voy a Ti, por eso mi corazón se alegra cuando clamo a Ti, vengo a Ti cada mañana, a cada momento rindo delante de Ti mis oraciones, aun cuando te fallo voy delante de Ti y Tú me perdonas y me haces más fuerte.
Oh Señor cada día soy tentado por mi enemigo, pero confió en Ti porque Tú eres quien me ayuda a seguir adelante, eres Tú Señor quien guía mi camino.
Por Tu gran misericordia para con mi vida, por tu enorme bondad y Tu fidelidad, por eso no me canso de glorificar Tu nombre, así como David oraba a Ti, que iba humillado delante de Ti y se postraba con adoración. Veamos algunas palabras que pronunció David delante de nuestro Dios: