Estemos gozosos días tras día, porque Dios es bueno y Su fidelidad es para siempre. Nuestro Dios es un Dios justo y cumple lo que promete. Demos alabanzas a Dios este hecho maravilloso, alabemos Su nombre sobre todo.
Vayamos delante de nuestro poderoso Dios regocijados en Él y con gratitud de corazón, expresando lo grande y maravilloso que Él es en nuestras vidas, tanto que Sus promesas son grandes, buenas y verdadera. Por esta razón a nadie más debemos adorar sino solo a Dios omnipotente y sublime que mora en las alturas de los cielos, el que ve todas las cosas, Su imperio permanece por todos los siglos.
Dios es nuestra única razón y esperanza, Él es quien nos sostiene día tras día, por eso debemos creer en Él todos los días, y cualquiera que sea la promesa que nos haya hecho, pues no desesperes, confía en Él, porque ese día llegará y verás que lo que Dios dice es real, Él no falla a Su fiel Palabra.
Seamos rectos en cuanto creamos en la voluntad divina de Dios, en Sus promesas, que sin importar por lo que estemos pasando, confiemos y estemos firmes en todas las cosas que nos rodean, que con alabanzas podamos exaltarle y honrar Su nombre porque Él es nuestro Dios.
Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;
Deuteronomio 7:9
No dejemos que los obstáculos nos impidan que demos alabanzas a nuestro Dios, por eso ante todo estemos firme como nos dice el verso anterior, que nuestro Dios es fiel, Él fue quien nos llamó, y nuestro Dios es quien nos seguirá ayudando. Alabado sea nuestro Dios para siempre.