La Biblia puede que sea el libro más vendido en el mundo, pero esto no quiere decir que sea el más leído o el más entendido, pues, hay quienes tienen una Biblia pero no la leen, y hay quienes la leen pero no la entienden, y justamente de esto trata este artículo y de ello debemos aprender una simple palabra: «humildad».
La Biblia nos habla de un hombre llamado Felipe y de un etíope. Dios le había hablado a Felipe diciéndole que vaya hacia el sur y de camino se encontró con un etíope, el cual también era eunuco. El etíope estaba junto a sus tesoros en su carro leyendo al profeta Isaías.
En aquel momento la Biblia nos dice que el Espíritu le dijo a Felipe que se acerque a aquel hombre procedente de Etiopía, país que queda en el continente africano.
30 Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees?
31 El dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él.
Hechos 8:30-31
El etíope en aquel momento estaba leyendo un pasaje de Isaías 53:
32 Como oveja a la muerte fue llevado; Y como cordero mudo delante del que lo trasquila, Así no abrió su boca.
33 En su humillación no se le hizo justicia; Mas su generación, ¿quién la contará?
Porque fue quitada de la tierra su vida. mIsaías 53:32-33
Felipe sin duda alguna le explicó al etíope todo lo que quiere decir el pasaje y al final el etíope fue bautizado en agua. Esto es una demostración de que la Palabra de Dios tiene poder para transformar vidas, pero a la vez también nos demuestra que la humildad es parte vital para ser un hombre o mujer de Dios.
¿No entiendes lo que lees? Acude a fuentes de confianza, pero nunca vivas bajo la sombra de la ignorancia creyendo que tienes el conocimiento pleno, para eso Dios también ha dado sabiduría a maestros, para que enseñen a su santo pueblo.