El apóstol Pablo sin duda alguna fue un gran hombre de Dios y él llevaba una tremenda preocupación por todas las iglesias de Cristo Jesús y eso lo convierte en alguien a quien los líderes del cuerpo de Cristo deben imitar y pedirle a Dios que les ayude a preocuparse de la misma manera o aún superior por la iglesia.
La Biblia nos habla muchas veces sobre la sabiduría y más en el libro de los Proverbios, pero específicamente de la sabiduría del cielo es de la que el apóstol Pablo en los siguientes versos pide a Dios que de a su pueblo:
15 Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos,
16 no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones,
17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él,
Efesios 1:15-17
Pablo había escuchado de como en Éfeso había fe en Jesús, pero Pablo también sabía que más allá de la fe a ellos les era necesario tener ese espíritu de sabiduría y de revelación acerca de nuestro Señor Jesucristo.
Jesucristo debía ser ese conocimiento que llenara las mentes de cada uno de los allí presentes, de la misma manera que hoy debemos orar para que Dios derrame esa sabiduría y conocimiento de Cristo sobre cada una de las personas que conforman el cuerpo de Cristo.
Que el Señor nos dé ese espíritu de sabiduría y que nos guíe al conocimiento pleno de nuestro amado Salvador.