Ya no se menciona el tema de Netflix donde presentaban a Jesús como homosexual en una de las producciones de la empresa brasileña Porta dos fundos, ya las aguas están pacíficas, y quizá no sé si usted se ha dado cuenta que el especial de navidad sigue en el mismo lugar, ¿por qué? Porque se trata de una ofensa a Jesús, lo que lo hace normal, ahora bien, si se tratase de una ofensa a la comunidad LGTB otro gallo cantaría, estaríamos metidos en graves problemas.
Siempre diré esto, la libertad de expresión y el respeto son cosas que deben ir atadas de las manos. Aunque tenga libertad de expresión esto no quiere decir que tenga que ir por ahí ofendiendo con palabras y hechos a todos por donde pase. Muy bien puedo presentar un discurso diciendo por qué estoy en contra de la ideología de género y esto sin tener que llegar a la ofensa. Y nosotros como cristianos hemos actuado con mucha prudencia en lo que respecta el tema. Pero parte de la comunidad LGBT no ha actuado de la misma manera y eso para las grandes empresas es normal y está bien, porque se trata de Jesús.
Otra ofensa reciente se ha llevado a cabo en el carnaval de Brasil, donde representaron a Jesús de varias maneras; el típico Jesús blando de cabellos largo, pero bailando funk en la calina, seguido de una versión muy controvertida, donde presentan a Jesús como una mujer vestido de morado, encadenado con una corona de espinas.
Y continuamos con la comunidad LGBT, quienes en el carnaval también presentaron a un Jesús negro, con una capa verde y rosa ascendiendo a los cielos. Por otro lado, la escuela de Mangueira (supuestamente cristiana) representó a los doce apóstoles bailando Funk.