Sobrellevad los unos las cargas de los otros

La Biblia nos habla mucho sobre el amor a nuestros hermanos en Cristo Jesús, sobre amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, de sobrellevarlos con toda paciencia y amor, y esto no es algo negociable, es algo que debemos practicarlo en el día a día, ya que a través de esto mostramos que somos personas verdaderamente salvas y que no pretendemos ser mejores que los demás.

Lo primero que debemos saber es que Cristo nos sobrellevó a nosotros aún siendo personas que merecíamos el infierno, Él no miró nuestros defectos los cuales son muchos, sino que nos miró con ojos de ternura para salvarnos. De la misma manera nosotros debemos manifestar ese amor para con nuestro prójimo.

Hay creyentes que no levantan a su hermano cuando lo ven caer, sino que comienzan a juzgarlo y tratarlo con indiferencia, pero esa no debe ser la actitud, puesto que si el justo cae Dios lo levanta, entonces, ¿quiénes somos nosotros para juzgar a esa criatura que Dios levanta con amor? Claro está, estamos hablando de personas que saben reconocer cuando cometen alguna falla y se humillan ante Dios.

El apóstol Pablo escribió:

1 Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.

2 Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.

3 Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña.

Gálatas 6:1-3

Y esto de tratar a los demás con espíritu tranquilo es de Dios, pues imagínese usted, ¿cómo podemos decir que amamos a Dios cuando no amamos a nuestro hermano? Todo empieza por ahí, mostrando el amor de Dios con los demás, haciéndoles saber a aquellos que han cometido alguna falla que nosotros también somos humanos y nos ponemos en su lugar.

Ninguno de nosotros está fuera de cometer algún error o pecado, somos humanos y el mal habita en nosotros, por lo tanto, no intentemos parecer más fuertes que todo el mundo, mostremos la humildad en nuestras vidas y no nos engañemos a nosotros mismos pretendiendo ser más de lo que somos en realidad.

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