Todos recordamos al apóstol Pablo, aquel hombre antes llamado Saulo que perseguía a la iglesia hasta la muerte, un hombre con muchos títulos académicos, instruido a los pies del maestro más prominente de la época llamado Gamaliel, además de todo esto fue fariseo y era un hombre demasiado importante en ese entonces, sin embargo, no existe nada imposible para Dios y cuando nuestro Señor tiene un plan con alguien no importa quién sea, lo cumple porque lo cumple.
Aún Pablo siendo todo esto que ya hemos mencionado anteriormente, Dios lo convierte en un fiel seguidor de Jesús, y ya aquel Saulo de Tarso tiene que dejar de perseguir a la iglesia porque ahora entiende el propósito divino en la iglesia de Cristo .
El apóstol Pablo escribió a los Filipenses:
7 Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo.
8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,
Filipenses 3:7-8
En los versículos que preceden a los que citamos anteriormente, Pablo básicamente le da a los Filipenses un curriculum de quién era él, y luego les dice que no extraña su antigua forma de vivir, haciéndoles saber que aquello que era para él ganancia, que lo ponía en la cima de la popularidad, todo aquello que lo llevaba a la fama, ahora lo ha desechado por amor a Cristo. ¿Cuántas cosas hemos desechado nosotros por amor a Cristo? Estoy seguro que muchas cosas, puesto que el cristianismo también se basa en un negar diario, en tomar nuestra cruz cada día.
Amados hermanos, nunca hablemos del pasado como si lo extrañásemos, puesto que todo aquello que hemos dejado de hacer hace que nos acerquemos más al amor de Cristo, y te garantizo que al final de todo esto tendremos una gran recompensa y es nuestro galardón en los cielos.
Finalmente el apóstol dice que todo aquello lo tiene por basura con tal de ganarse la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús. Amigos, si no hemos desechado ciertas cosas en nuestra vida cristiana es hora de que lo hagamos, y alcemos la bandera del evangelio y vivamos para Dios cada momento de nuestras vidas, porque no existe no existirá una mayor recompensa que el reino de los cielos.