El Señor es nuestra esperanza, Él es el que nos ayuda a vencer todo temor, en Él nos sostenemos y no caemos porque Él es nuestra roca fuerte, y si estamos agarrados de esa roca no nos caeremos, porque el mismo Dios nos sostendrá.
Una persona sin fe y sin esperanza, no se sostiene por sí sola, ni sabrá esperar porque aún no sabe lo que es estar esperanzado. Pero cuando estamos cerca de nuestro Dios, ya tenemos esperanza, porque su propia palabra nos los dice que solo en Él debemos confiar porque Él es nuestra esperanza, el que nos guarda, nos cuida, liberta al cautivo, restaura el corazón del afligido. En verdad a esto llamo tener esperanza.
En ti, oh Jehová, me he refugiado;
No sea yo avergonzado jamás.
Salmos 71:1
Debemos tener en cuenta que Dios es nuestro refugio, no nos dejará en vergüenza delante de los que nos quieren hacer daño porque Él siempre está atento a nosotros, Él vela por sus hijos, es justo con ellos y los ayuda y les fortalece.
Pero todos los que no tienen esperanza y que no están confiados plenamente en Él, pues esto serán avergonzados, maltratados, y humillados por no creer y confiar, testificar que existe un Dios en el cual podemos tener confianza.
Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza,
Seguridad mía desde mi juventud.
Salmos 71:5
Es bueno que cada día, nos levantemos confiadamente en el Señor, creyendo en Él y teniendo fe de que Él nos ayudará en todos momentos difíciles, porque debajo de sus alas estamos seguros, aún cuando nacimos ya sus alas nos cubrían.
En ti he sido sustentado desde el vientre;
De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó;
De ti será siempre mi alabanza.
Salmos 71:6
Es una maravilla ver como Dios hizo todas las cosas, podemos ver también como hizo al hombre perfecto. Aún así, hemos pecado, le hemos fallado y Él nos perdona, por eso toda alabanza, adoración y exaltación deben ser para Él, porque Él es merecedor de todas las cosas, existen y viven por Él.