Ser cristiano es más que…

Nos han enseñado la falsa idea de que todos somos cristianos y esto por la sencilla idea de que aquellos quienes enseñan tal cosa, viven ignorantes del significado de esta gran palabra. ¿Cómo podemos ser cristianos y no cumplir o hacer como Cristo y los apóstoles nos enseñaron? No hay ningún tipo de comunión entre estas cosas.
Nos han enseñado que para ser realmente cristianos debemos ser el primero en llegar a la iglesia, el diezmador más sólido de la iglesia o quizá una persona sin criterio, humilde hasta el punto de estar de acuerdo con cualquier idea sin importar que esta apunte en contra de las Escrituras.

Se nos ha enseñado superficialmente que la santidad es una vestimenta y la hemos disfrazado de religiosidad con un poco de ingrediente fariseo.

Nos hemos llegado a parecer tanto a los escribas y fariseos, que nos vemos muy limpios por fuera y olvidamos los ingredientes más importantes del cristianismo: “Paz, amor, santidad, gozo, fe, esperanza, etc”.

Se nos ha enseñado un cristianismo tan superficial que practicamos el amor de frente, pero tiramos cosas en la espalda de nuestros hermanos.

Cristo enseñó algo totalmente diferente y en esto se puede resumir todo el cristianismo: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

Lo cierto es que si no tenemos la capacidad de amar a nuestro prójimo, no importan los diezmos, las ofrendas, la puntualidad, y la supuesta santidad disfrazada de religiosidad.

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Busqué a Jehová, y Él me oyó
No busques tu propio bien