Cada día que nos levantamos de nuestras camas debemos darle gracias a Dios, porque nos permite ver el sol de cada día, porque podemos respirar ese aire puro, y es Dios el que hace que todo esto sea posible.
Siempre hay una razón por la cual debemos dar gracias a Dios, dando gloria, alabanza, diciendo de su gloria y majestad, Él es el rey. Alabar a Dios por sus proezas, por su bondad, y por su misericordia que es eterna cada día.
Alabad a Jehová, porque él es bueno,
Porque para siempre es su misericordia.
Salmos 136:1
El Salmos 150 es un mandato para todo lo que está en la tierra, en el cielo, y debajo de la tierra, hasta lo más profundo que exista. Aquí estamos viendo todo lo que es mencionado en este salmo donde comienza con los instrumentos, danzas, santuario, firmamento, y termina diciendo, que todo lo que respire alabe al Señor Dios todopoderoso.
Alabad al Dios de los dioses,
Porque para siempre es su misericordia.
Salmos 136:2
Vemos que el versículo 1 y 2 del libro de los Salmos capítulo 136 cómo se nos insta a alabar a Dios sobre todas las cosas, porque Dios es bueno y su misericordia es eterna, por lo cual, por ella vivimos y estamos de pie ante las dificultades, y esto es porque sus misericordias nos sostienen cada día.
Alabad al Señor de los señores,
Porque para siempre es su misericordia.
Salmos 136:3
Recordemos que solo a Él debemos glorificar y dar honra y honor, porque no hay otro que nos ayude y tenga misericordia, porque solo existe un Dios y está en los cielos mirando las obras de nuestras manos, y es por su amor y su gran misericordia que existimos, alabamos al Señor porque Él es fiel y su misericordia se renuevan cada día en cada una de nuestras vidas. A Él sea la gloria, la alabanza, la majestad y el poder porque suyos son por los siglos de los siglos. Amén.