Qué bueno es cada día levantarnos con la frente en alto, dando gloria al Señor, diciendo de su gloria y majestad que Él es el rey, el creador de todas las cosas, porque por Él vivimos, y si estamos de pie es porque su misericordia camina con nosotros todos los días.
Es bueno que siempre estemos confiados en Dios, porque solo en Él estamos más que seguros, porque cuando creemos y confiamos en Él, estamos diciendo que solo Él, es digno de ser alabado, porque Él es merecedor de alabanzas y de que cada día nos arrodillemos ante Él.
Pero alégrense todos los que en ti confían;
Den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes;
En ti se regocijen los que aman tu nombre.
Salmos 5:11
Todos debemos estar alegres delante del Señor, por sus proezas y por todo lo que nos ha dado. En el versículo que acabamos de leer, vemos al salmista instando a todo aquel que confía en Dios, a alegrarse en Él.
Dios defendía mucho al pueblo de Israel, tanto así que le ayudaba a vencer en las batallas y salían victoriosos, no perdían una batalla, y era porque Dios estaba con ellos, y es por eso que David hace mención a lo de alegrarse en el Señor todos los que en Él confían.
Si no confiamos en el Señor ¿en quien más podremos confiar? No hay otro en el cual podemos confiar, porque solo Dios conoce todas las cosas.
Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo;
Como con un escudo lo rodearás de tu favor.
Salmos 5:12
Sigamos creyendo en que el Señor, en que Él es nuestro escudo y fortaleza, su misericordia estará cada día con nosotros, Él favorecerá al justo y le protegerá donde quiera que esté. Sigamos cantando Salmos y demos gloria a Dios, por todas sus maravillas hechas por sus manos.