«Oh, Señor responde mi oración cuando a Ti clamo, porque a veces estoy pasando momentos de pruebas y no encuentro más nada que hacer, y por eso solo clamo a Ti, porque sé que tú eres mi ayudador y el que me puede dar paz en medio de la tormenta.»
Una cosa que debemos hacer es, cuando le pidamos a Dios, pidamos de esta forma, diciéndole que se haga Su voluntad porque la voluntad de Dios es perfecta. Recordemos que Él nunca llegara tarde, Él llegará en el momento indicado.
Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia.
Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar;
Ten misericordia de mí, y oye mi oración.
Salmos 4:1
Dios nunca se olvida de lo que le has pedido, Él siempre está pendiente de ti, así como lo estaba del Salmista David, este hombre pedía, pero confiado que un día el Señor llegaría en su socorro.
El Señor responde a su tiempo, solo pidamos con el corazón, esperando confiadamente en Dios, porque Dios no rechazará tu oración, ni se apartará de ti su misericordia, porque Él es un Dios justo y que ama la justicia.
Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia,
Amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? Selah
Salmos 4:2
También debemos tomar en cuenta algo muy importante, es que las personas quieren buscar el bien de Dios a su manera, amando todo lo que no es agradable delante de Dios, esto es algo que a Dios para nada le gusta. Por eso el pueblo de Israel siempre tenía serios problemas con Dios, porque todo era para su propia conveniencia, entonces cuando necesitaban de Dios, querían que Dios les respondiera de una vez.
Sabed, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para sí;
Jehová oirá cuando yo a él clamare.
Salmos 4:3
No olvidemos algo muy importante, cuando vayamos delante de Dios seamos sinceros con Él, y expresemos a Él todo lo que tenemos, Él nos escuchará y nos ayudará en el momento menos esperado. Dios es fiel y justo con todos nosotros.