El amor de Dios es infinito y dura para siempre, ese amor es el que nos transforma, nos liberta, y purifica todo nuestro ser, ¿Quién es el que nos da ese amor? Dios soberano, invencible y poderoso.
Cada día debemos buscar ese amor real, y solo hay uno que nos puede dar de ese amor. Cuando comenzamos a buscar el amor de Dios, inmediatamente todo cambia en nuestra vida.
Yo amo a los que me aman,
Y me hallan los que temprano me buscan.
Proverbios 8:17
Si decidimos buscar al Señor a tiempo los encontraremos, por eso el libro de los proverbios nos habla acerca de esta gran verdad, porque el Señor ama a aquellos que le aman, y que si le buscas temprano le encontrarás.
Es importante no perder el tiempo para buscar a Dios, como nos explica el escritor del libro de Proverbios.
Recordemos que a este cuerpo mortal le llegará su momento y por eso debemos tener un hermoso encuentro con nuestro Dios, pedirle que su amor entre por todo nuestro ser para que todo cambie, y que podamos buscarle antes de que la muerte llegue a nosotros.
Las riquezas y la honra están conmigo;
Riquezas duraderas, y justicia.
Proverbios 8:18
Todo lo que el Señor da lo da bueno, y no nos da para que estemos tristes sino para que estemos felices en todo tiempo, porque las bendiciones de Dios no añaden consigo tristeza, son duraderas y son dadas por el dueño de todas las cosas.
Creamos en Dios, busquemos de Él, de su amor, y acerquémonos temprano a Él.